Los terroristas del agua
¿Alguien se ha detenido a observar cómo bota el agua la gente? Les aseguro que, por cuadra, en Santiago hay por lo menos dos terrorista de esta especie." Sin Dios ni (menos) ley, Diario La Nación, 6 de noviembre 2007.
Cierto. Uno es testigo que las nanas (seguro que con el beneplácito o la indiferencia de sus jefas o jefos) riegan los jardines o el pasto del frente de sus casas y siguen "barriendo" la vereda con agua, luego barren también con agua la cuneta arreando hojas y basuras hacia las alcantarillas o hasta el frente de la propiedad del vecino. Los conserjes riegan a su regalado gusto el cemento del frente de los edificios que cuidan y los que lavan los autos lo hacen a "manguera parada" sin que se les ocurra cerrar la llave mientras le pasan un paño al auto. Así desperdiciamos un bien tan precioso como el agua. ¡Y vaya usted a decirles algo! Porque inmediatamente levantan el estandarte del bolsillo: "Para eso pago el agua" o "¿que paga usted la cuenta? Es mi patrón el que paga". ¡Cómo va a hacerles entender uno que no se trata del bolsillo sino de una causa mucho más noble. Sin embargo, siempre existe la esperanza.....
y eso que el agua es especie que sólo existe para otros, para nos-otros y todos los-otros. Deberíamos cuidar el agua no porque pagamos por ella, si no que porque es el ejemplo máximo de lo que esta para el bien del otro y no suyo, porque ¿de qué le sirve al agua que haya agua? creo que si le preguntamos, nos diría que bien poco, que esta ahí porque le sirve a otros: nos-otros, vos-otros y los-otros. Que gran ejemplo que es el agua, deberíamos sacar una gotita de su sabiduría y esparcirla un poco más.
Además, tan rica que es para tomar y regar, ¿para qué dejarla corriendo porque "la pagué"?
Y es que corriendo rapidito se irá y no volverá (a menos que vuelva sudada despues del re-corrido)
Natalia Jordan