¡Deja tu comentario o aporta alguna idea!
domingo, 17 de febrero de 2008
od
La Reina, Comuna Parque


¿Es La Reina una comuna parque? No, no, no. No lo es. Le falta dedicación, le falta detalle, le falta finura. Diré por qué. En un parque hay árboles, prados, arbustos, senderos. (A menos que sea un parque indutrial, de automóviles, o de cualquier otra cosa). Es cierto, La Reina tiene calles arboladas pero los árboles están enfermos en un porcentaje elevadísimo. Enormes y raquíticos, infectados con quintral o ahogados por la hiedra, dan un espectáculo triste y no el sereno, fresco, reconfortante escenario que ofrecen los árboles sanos. Los árboles nuevos suelen desfallecer de sed porque los vecinos no se han percatado que son una Comuna Parque y dejan que las plantas nuevas se las arreglen como puedan, sin asumir ninguna responsabilidad sobre ellos.

¿Cómo podría La Reina llegar a ser una Comuna Parque?

Empezando por la comunicación. Si la Revista de la Municipalidad llegara a nuestros hogares, o si estuviera disponible en los negocios, las oficinas, las peluquerías, podríamos enterarnos de lo que está ocurriendo en nuestra comuna y de lo que están haciendo nuestras autoridades. A través de ella podríamos comunicar nuestros puntos de vista, dar nuestras opiniones, ofrecer nuestro concurso . Podría ser un comienzo.

Señor Alcalde: ¿Podría mandarme la revista, por favor? O dígame dónde puedo ir a buscarla. O, aunque sea, ordene que los departamentos de la Municipalidad contesten los correos electrónicos o que haya un ser humno al otro lado de la línea telefónica.
-Teresa de Jesús
 
Publicado por teresa de jesus a las 18:22 | Permalink | 0 Comentarios (¡Comenta Aquí!)
martes, 12 de febrero de 2008
"... Es difícil imaginar que el cambio climático es real hasta que lo ves con tus propios ojos. Y en la Antártica de hoy estos cambios tan dramáticos son más que evidentes...". Rorigo Jordan, Revista del Domingo, El Mercurio, 10 de febrero de 2008.

Esta aseveración puede decirnos muy poco sobre la severidad del cambio climático, el calentamiento global, la deforestación masiva, en fin, del desastre que se cierne sobre nuestras vidas y que nosotros construimos desde nuestras propias industrias, nuestros planteles educacionales, nuestros hogares, nuestra conciencia (o inconciencia). Pero es otro grito de alerta que ¿caerá como otros en el vacío? ¿Será otro grito en el desierto? Posiblemente, según conversaba hace unos días con un bioquímico especialista en temas medioambientales que trabaja en una empresa consultora sobre estos temas, sea muy tarde para detener el impacto negativo sobre la naturaleza que produce este homodestructordeloquetoca que eres tú y soy yo. ¿Qué nos costaría detenernos un momento, parar la historia, parar el mundo y pensar/sentir que la vida no está siendo posible y que no será posible en absoluto dentro de poco tiempo? ¿Cuánto nos queda? ¡Oh, Dios ¿Cuánto nos queda? teresa de jesús
 
Publicado por teresa de jesus a las 7:25 | Permalink | 0 Comentarios (¡Comenta Aquí!)