No puedo creer a mis ojos:
habito en medio de la calle;
doy un paso y
o piso la mierda de los perros
o piso la cola del gato atropellado
y si llego a la orilla
choco con el poste de los mil cables
y si debo devolverme
paso a ser lo que pisé.
Bernaldo
¡Qué retrato de ciudad brutal el que hace mi amigo poeta de Coquimbo! ¡Tanta tecnología, tanto progreso! ¿Para qué? ¿Para seguir tratando de vivir en este asco mientras nos hacemos los lesos?
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