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lunes, 29 de enero de 2007
Mal Tiempo Golpea
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/Mal tiempo golpea con violencia a Europa. Tormentas lluvia y viento azotan con rudeza a buena parte de Europa donde ya han provocado la muerte de al menos 17 personas.../ (La Nación, Chile, 19 de enero de 2007)

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EL INVIERNO

Sobre campos y ciudades se ciernen nubes y frío.

Será un año seco. Será lluvioso.

En una tierra sana los inviernos son más llevaderos, están en armonía con los seres vivos y en paz consigo mismos. En una tierra herida, los inviernos son grotescos, monstruosos, mortales. Están contra la vida.

Si es un invierno lluvioso, la lluvia azota los huesos de la tierra arrastrando el suelo vegetal, embancando los ríos, causando inundaciones, dolor y pérdidas. Se han cortado los árboles cuyas raíces retienen el agua permitiendo su incorporación a las capas subterráneas y evitando que los caudales se abalancen contra sembrados y casas. Se ha talado la vegetación de las márgenes de los ríos que han quedado como ojos sin pestañas. Si algunos árboles han escapado a nuestra avidez, ellos no tardan, en su débil posición de solitarios, en ser arrastrados por las aguas junto a toneladas de tierra desprendida de los barrancos.

Por el contrario, puede ser un invierno seco. Y en su mezquindad pasará por nuestros cielos arrojando bocanadas de frío y arreando las nubes más allá del horizonte, siempre más allá. Y miramos el cielo sintiéndonos impotentes y castigados, sumidos en la miseria de la sequía.

Sea el año lluvioso o seco, la muerte levanta tienda en todo campo y ciudad. No comprendemos y nos lamentamos sin darnos cuenta que sólo hay que reaprender a vivir en armonía con la naturaleza y entrar en amistad con ella que sabe responder a la agresión con agresión suprema; al amor con amor profundo.

La tala irresponsable de árboles trae sus secuelas y nosotros sufrimos los rigores de ambos extremos: la inundación y la sequía. La muerte comienza a talar vidas a diestra y siniestra.

¿Qué tal si este invierno te informas sobre las causas de la desertificación y de las inundaciones? Si nos informamos, conocemos. Si conocemos, podemos actuar. No estar informados y no actuar es como no existir, como ser un palo seco a la orilla del camino.

 
Publicado por teresa de jesus a las 9:53 | Permalink |


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