"Canadá pide perdón a sus indios. En el repleto Parlamento canadiense se vivía el miércoles un aire de expectación. Era un día que tardó demasiadas décadas en llegar. Incuso antes que el Primer Ministro, Stephen Harper tomara la palabra, estallaron los gritos acompañados del acompasado batir de los tambores nativos. Luego en la solemnidad de la ocasión Harper dijo: "El Gobierno de Canadá sinceramente pide disculpas y perdón a los pueblos aborígenes de este país por habeles fallado tan profundamente.... Harper señaló que el sistema operó sobre la premisa que las culturas aborígenes y sus creencias espirituales eran inferiores y desiguales. Sobre este velado etnocidio Harper subrayó los remordimientos de toda la sociedad. Extendió estos sentimientos a todos los niños y jóvenes que, encontrándose bajo la tuición del Estado, sufrieron de abusos sexuales y vejámenes. Las criaturas separadas de sus padres quedaron a merced de unos adultos desconocidos y, como suele ocurrir en instituciones anónimas con pequeños librados a su suerte, no faltaron quienes abusaron de ellos." Diario La Nación, Chile, 13 de junio de 2008.
¿Y cuándo, Chile, cuándo, vamos a pedir perdón a nuestros pueblos aborígenes por el despojo, la persecusión y el menosprecio a que los hemos sometido desde que los españoles arrastraron sus zetas a lo largo y angosto de nuestro territorio? ¿Cuándo, Chile, cuándo, hoy, mañana o nunca?
"La tierra cuyas luces Dios enciende
luce sus espejos y diademas"
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